Don Quijote en estos tiempos ha engordado un poco, le gustan los libros y ver comiquitas en la tele, mientras que Sancho Panza esta flaco, se ha vuelto un niño hiperactivo y casi no duerme, hasta ojeras le han salido porque si lo dejaran sus padres, el jugaría todo el día y la noche. Don Quijote sigue a ratos con su mal humor, pero no ha perdido la gran imaginación, aun ve gigantes en el lugar de los molinos y su armadura le ha quedado pequeña. Ha descubierto los videojuegos y ahora si puede matar a los gigantes y monstruos no con su lanza ni montado a caballo, se sienta al borde de su cama y lo hace solito con un par de botones del videojuego. Ya no corre tantos riesgos como antes. Don Quijote y Sancho Panza han viajado en el tiempo con el efecto de que este regreso los llevo a la edad de 8 y 10 años, volvieron al siglo XXI siendo hermanos, ahora en una ciudad muy grande, cambiaron los grandes valles verdes, los ríos, los animales por una ciudad gris, el gris del concreto,