Asesinando a un Poeta
Desde hace unos meses hice un plan para matar a un poeta y no es sencillo ya que el es un ser difícil de acabar. Al poeta lo alimenta a veces la nostalgia y a veces la tristeza. Lo reavivan los recuerdos de la señora X y con esto se inspira y escribe. La estrategia era mantener ocupada totalmente la mente del poeta Llenarla de trabajo, de proyectos, de compromisos, de citas médicas, de pequeños negocios, de diversión por doquier, de fiestas. Pero pasaron varios meses y el poeta seguía ahí en pie, como si nada; en las noches sumergido en su soledad escribía y escribía como decía Neruda : “ los versos más tristes esa noche.” Así que decidí cambiar el plan, me lleve al poeta a un gran viaje cruzando el atlántico , el plan era ahogarlo en algún mar del camino, o empujarlo a un precipicio al borde de una montaña, o tal vez de la mejor forma que se muere un poeta, quitando de su mente los recuerdos, llenarlo de experiencias nuevas, de sitios maravillosos, así la nostal