SALIENDO CON KRISHNA

Desde hace varios días quería salir con Krisna, la meta era llegar hasta el parque los Próceres andando con ella y llegar hasta el parque el laguito.Dejarla estacionada y trotar alrededor del lago y contemplar el paisaje.
Olvidarme de tomar el metro, del estrés y el calor de tanta muchedumbre atiborrada de mal humor, caminando en manadas en el sopor del día.
Desde que elegí a Krisna en la tienda, cuando me hizo click, creo que el pink del cuadro fue porque me recordó mi antigua bicicleta, a la que se quedó en Colombia, la Superajiu, como la llamaban mis compañeros de clase cuando la llevaba al colegio.
Sabía que volver a tener una bici era volver a recuperar una parte mi vida anterior en Cúcuta, era volver a ser la niña que tomaba su bici y se iba a dar vueltas a la ciudad, la niña que no tenía miedo a rodar por las avenidas, la que amaba la libertad de correr, la que se sentía indetenible en la vida…
Esta mañana me levante temprano y observe que el día se tornaba nublado, decidí esperar unas horas hasta que empezará a llover para salir cuando escampara, mala idea, no llovió…
Seguía estando muy nublado de este a oeste, pero esta vez no quería que nada parara mis planes, así que busque un morral impermeable, una navaja multiuso por si acaso se presentaba alguna falla mecánica, agua y una blusa adicional.
Salí decidida aunque lloviera seguiría, ya me he frenado mucho de andar por las constantes lluvias este mes, al rato de andar y aún siguiendo con una persistente llovizna cayó el chaparrón de agua, me quede en una parada de autobuses, subí la bici a la acera y me quede esperando un buen rato, al poco tiempo de llegar un motorizado también se estaciono cerca y se paró a mi lado en esa parada… basto pocos minutos para romper el hielo y hablar sobre la lluvia, el trabajo, los huecos que no se ven porque los tapa el agua, y del peligro de un motorizado o un ciclista de caer en uno, me dio unos datos sobre las vías que son intransitables porque se forman lagunas y el agua llega a la acera… esperamos un rato y al escampar un poco, seguimos nuestro camino con un poco de llovizna, me sorprendió y agradecí toparme con una ciclovía, la de Bello Monte y seguí andando feliz hasta entrar a almorzar en un restaurante chino, donde malamente recordé que había dejado la cadena para estacionar la bici que había comprado ayer, hable con el portero y para mi grata sorpresa me dejo estacionarla en una terracita adentro del local, el dueño del restaurante me la estaciono…. Eso de ser mujer tiene sus ventajas…
Terminado el almuerzo seguí la ruta, andaba feliz pues a pesar de todo los conductores de automóviles eran amables y cedían el paso, llegue hasta los próceres y no me dejaron entrar por no tener el casco, seguí y acampe un rato en uno de los edificios que están paralelos al parque los próceres y ante el clima y el cielo nublado, decidí seguir adelanta así cayera el diluvio universal, total si hay felicidad el caminar bajo la lluvia, debía ser tremendo rodar bajo la lluvia.
Pues he de confesarlo que es lo máximo, hay que andar con mucho cuidado porque como me lo había advertido mi amigo el motorizado que me encontré anteriormente, muchas calles son difíciles porque se vuelven ríos, te pones muy nervioso de pensar de si te caes y viene un carro por detrás y no se detiene a tiempo, así que cuando llegaba a esos ríos tome la acera y buscaba otras calles paralelas que no estuvieran inundadas.
Confieso que me sacaron de quicio dos camionetas las cuales aún cuando tenía yo luz verde para seguir, trataron de tirarme el carro encima, y con lluvia y todo, con el rio de agua me les pare frene frente al conductor y los rete a que me echaran el carro encima…. Se me salió el Mumm-Ra (personaje antagonista de los Thundercats) que llevo dentro cuando alguien que cree tener poder osa imponerlo a las malas, y despierta esta alma guerrillera e irreverente ante los abusos.
La gente que se protegía de la lluvia en el metro, en las paradas o panaderías me miraban como si estuviera loca, y si realmente estaba loca de felicidad.
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