ME ALQUILO PARA LLORAR



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Ofrezco mis servicios de llanto,
después de estudiar dos carreras, 10 cursos y un postgrado,
después de recorrer el mundo y darle la vuelta entera en 365 días
hoy me doy cuenta de mi verdadera vocación:
¡LLORAR¡,
lloro por soledad
lloro por una cebolla
cuando veo las noticias
escuchando una canción
recordando
escribiendo
y a veces,
haciendo el amor.

Así que me alquilo para llorar
Puedo ofrecer mis servicios llorando en un velorio,
Me alquilo para llorar cuando estés pasando un guayabo,
en tu casa o en un bar, escuchando boleros o vallenatos.

También puedo llorar de felicidad:
en un parto, una boda, una graduación o un reencuentro

Si el cliente lo pide, puedo llorar a moco tendido en una película
llorar por horas, o un instante
durante toda una noche
o hasta en un orgasmo.

Mi tarifa es sencilla
usted contrata mis servicios
y me paga con un chocolate o un helado
y se sienta conmigo.
Porque no hay tristeza que no pueda borrar un dulce compartido

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